Va la cuarta taza de café de la noche.
perdí la cuenta de la cantidad de pitadas que le dí al cigarro.
"¿No ves que sos un boludo inmaduro?"
me dijo mi novia antes de irse hace 4 dias del
cuartito de la pensión.
Tiene razón.
o no.
discos de The Doors por todas partes.
No me da el cuero para asumir
que me faltan huevos
que soy tan sumiso como esposa de militar
que soy un mal cojido
que te amo, por ejemplo.
Aluciné, como todo adolescente hippie pseudo-rebelde,
que ibamos a vivir en el campo,
correr en los
prados de la mano con nuestros pelos largos y descuidados por la arrogancia,
y todas esas idioteces cursis de un snob de barrio como yo.
Mirá lo que te di,
miseria, un Citroen que se nos queda siempre al costadito de la general Paz,
el vestidito floreado que te compré en la feria americana y lo hice pasar por nuevo,
y unos blisters de
valium que sirven sólamente para los tiempos heribles,
difíciles. los de todos los dias,
los cuales no sabemos curar con amor.
Ni el sexo nos hace olvidar ya.
Devaneamos entre el sopor cotidiano y el programa de Rial.
caretas, farsantes, imbéciles.
Ah no, esperá!
son muy parecidos a mí
debemos ser
parientes lejanos,
primos políticos
o simplemente
la lista de tus ex-amantes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario