Un blog dedicado a aquellos adolescentes con problemas de identidad y adultos que se disfrazan como tales pero los siguen teniendo.

14 mar 2012

Ana Castro

Llora.
Busca respuestas en los vinilos.
Llora lo que le resta de agua en sus ojos.
Se desluce su oscuro maquillaje.
Gotas coloreadas caen sobre los papeles.
Va por más.
Llora.
Puja para llorar.
Quiere experimentar como es eso de la gente que muere de tristeza.


Seguro es por mi culpa, dirán.
Ahora sí son las iglesias y la fe.
Mis padres, los dogmas, la casa aquella 
y esas luces perversas que rodeaban mi altillo.


Me ultrajaban.
Me penetraban.
Me violaban. 
Nadie escuchó.
Nadie quiso escuchar.
Si todos sabían que algo negro nos vaticinaban.
Que algo negro ME vaticinaban.


Pero si de algo me olvidaba,
es que vos, lector
también tenés la culpa.
Estarás muy cómodamente acostado
o sentado,
bebiendo el mejor café del barrio
mientras yo me desangro


y no hacés nada para salvarme.

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