Como huérfano absoluto
que soñando entre cartones y latas
en veranos desolados,
lo asaltan impiadosamente.
Casi,
pero casi similar
al sonido chirrioso
de un pórtico vetusto
harto,
cuyo umbral destrozado
gime enfermo
para que le vengan a charlar
y beber preferentemente un té,
quizás ginebra.
Proyectándose por las calles
ésta mueca ardiente,
dolida,
tartamuda,
se va de bruces a la resignación
pide a gritos encontrarte
apoyarse sobre el recoveco
en medio de tus senos
donde el humo nicotínico descansa y consuela.
No more tears, please.
No hay comentarios:
Publicar un comentario